Cómo cargar a un recién nacido: guía práctica para madres y padres
Aprenda cómo cargar a un recién nacido de forma segura y correcta. Descubra posturas y tips para su bienestar.

Cómo cargar a un recién nacido: guía práctica para madres y padres
A continuación, le ofrecemos una guía detallada sobre cómo cargar adecuadamente a un recién nacido, abordando aspectos clave para garantizar su seguridad y comodidad.
Cargar a un bebé es un acto de conexión emocional, pero también requiere de conocimiento para hacerlo de manera correcta y segura. Este proceso es fundamental para su desarrollo, pues le brinda una sensación de seguridad y apego.
Se ha demostrado que el contacto físico cercano, como el que se logra al cargarlo, contribuye a su bienestar emocional y físico. A lo largo de este artículo, usted encontrará técnicas y recomendaciones basadas en la experiencia y en la información actualizada de expertos en puericultura, para que pueda realizar esta tarea con confianza y cariño.
Nuestro objetivo es resolver todas sus dudas y que se sienta seguro al interactuar con su bebé, fortaleciendo el vínculo afectivo que los une. Además, le proporcionaremos información valiosa que le ayudará a evitar errores comunes y a disfrutar plenamente de este momento tan especial en la vida de su hijo.
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Principios fundamentales para cargar a un bebé de manera segura
Antes de entrar en las técnicas específicas, es crucial que usted conozca los principios básicos que rigen la correcta manipulación de un recién nacido.
Estos fundamentos son la base para cualquier postura y le asegurarán que lo está haciendo de la forma más segura posible. Tenga en cuenta que el cuerpo de un bebé recién nacido es extremadamente frágil, especialmente su cabeza y cuello, los cuales aún no tienen la fuerza muscular necesaria para sostenerse por sí mismos.
Por esta razón, el principal objetivo al cargarlo es brindar un soporte adecuado a estas áreas. Otro aspecto relevante es la sensibilidad de la piel del bebé y sus huesos, que todavía están en desarrollo.
Manipúlelo con suavidad y asegúrese de que sus movimientos sean lentos y controlados. Siempre que lo cargue, evite las sacudidas bruscas y los movimientos rápidos que puedan desestabilizarlo.
El contacto piel con piel, también conocido como método canguro, es una práctica altamente recomendada que, al cargar al bebé, promueve la termorregulación, estabiliza el ritmo cardíaco y fomenta un vínculo afectivo más fuerte entre usted y su hijo.
La importancia del soporte de cabeza y cuello
Sostener la cabeza y el cuello de un recién nacido es la regla de oro para cualquier postura de carga. Su cuello carece de la fuerza para soportar el peso de su cabeza, lo que podría causar lesiones.
Para lograr un soporte óptimo, deslice una mano por debajo del cuello y la cabeza del bebé, mientras que con la otra sostiene su espalda y trasero. Esta técnica asegura que el peso de la cabeza no recaiga sobre la columna vertebral. Este simple pero vital gesto le proporcionará a su bebé la estabilidad y seguridad que necesita.
También es importante prestar atención a la alineación de su columna vertebral, manteniéndola lo más recta posible, como si estuviera en su cuna.
La columna de un recién nacido tiene una curvatura natural en forma de C, por lo que es vital no forzarla a una posición recta. Asegúrese de que el cuerpo del bebé descanse cómodamente sobre su antebrazo o pecho, sin presionar puntos de su cuerpo.
Al seguir estos consejos, usted estará protegiendo la integridad física de su hijo y fomentando un ambiente de confianza.

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Técnicas y posturas aceptadas para cargar a un recién nacido
Una vez que haya dominado los principios de seguridad, es el momento de explorar las posturas para cargar a un recién nacido de forma segura.
Existen varias técnicas que se adaptan a distintas situaciones, desde alimentarlo hasta simplemente acunarlo para tranquilizarlo. Cada postura tiene un propósito específico, pero todas comparten el objetivo de mantener al bebé seguro y cómodo.
Es importante que usted experimente con varias posturas para descubrir cuál le resulta más cómoda, tanto para usted como para su bebé. Recuerde que la práctica hace al maestro. Mientras más lo intente, más natural se sentirá este proceso.
Es posible que al principio se sienta un poco torpe, pero con el tiempo, lo hará de manera intuitiva y sin pensarlo dos veces. A continuación, le presentamos las posturas más comunes y recomendadas por especialistas en salud infantil. Estas posturas son fáciles de aprender y le permitirán interactuar con su bebé de diversas maneras.
La postura de cuna o acunamiento clásico
La postura de cuna es la más tradicional y la que se viene a la mente cuando pensamos en cómo cargar a un bebé. Para llevarla a cabo, usted debe sostener al bebé con un brazo, acunando su cabeza en el pliegue del codo y su cuerpo a lo largo de su antebrazo.
Con la otra mano, puede sostener su espalda o acunar su trasero para mayor seguridad. Esta postura es ideal para pasear con el bebé, mecerlo o simplemente contemplarlo.
Es importante que el bebé se sienta apoyado en todo momento, de modo que su cuerpo esté relajado y su peso distribuido uniformemente. También le permite mantener un contacto visual directo con el bebé, lo que es esencial para el vínculo y la comunicación no verbal.
Para cambiar de brazo o de postura, le sugerimos que se siente en una silla y realice el cambio de manos con suavidad, siempre manteniendo el soporte en la cabeza del bebé.

Errores comunes y consejos adicionales
Aunque cargar a un bebé puede parecer una tarea sencilla, existen errores comunes que las madres y padres primerizos suelen cometer. Es vital conocerlos para evitarlos y garantizar la seguridad del bebé en todo momento.
Uno de los errores más frecuentes es levantar al bebé de forma brusca, sin el soporte adecuado para su cabeza. Esto podría causar un latigazo cervical y dañar su frágil columna vertebral. Otro error es no prestar atención a su postura, lo que puede provocarle a usted dolores de espalda y hombros.
La ergonomía también es importante, así que asegúrese de que la forma en que lo carga le resulte cómoda y no le genere tensión. A continuación, compartimos algunos consejos adicionales que le ayudarán a perfeccionar su técnica y a disfrutar de cada momento junto a su bebé.
El contacto piel con piel (método canguro) y sus beneficios
El método canguro, que consiste en colocar al recién nacido en posición vertical sobre el pecho desnudo del padre o la madre, es una práctica con múltiples beneficios.
Este contacto directo no solo ayuda a regular la temperatura corporal del bebé y su ritmo cardíaco, sino que también estimula la producción de leche en la madre y contribuye a la maduración del sistema nervioso del pequeño.
Aunque no es una postura para cargar y moverse, es una forma de mantenerlo en contacto físico de manera profunda y segura. Se recomienda practicarlo durante unos 30 minutos al día en un lugar tranquilo, permitiendo que el bebé duerma plácidamente sobre el pecho de uno de sus padres.
Es una experiencia inigualable que fortalece el vínculo afectivo de forma natural y profunda. No dude en incorporarlo a su rutina diaria para el bienestar de ambos.
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