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jueves, 13 de noviembre de 2025
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La salud digestiva mejora con hábitos simples: hay una explicación sobre cómo lograrlo

No necesita suplementos costosos para tener una buena salud digestiva. A veces, lo básico funciona mejor.

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Sobre la salud digestiva siempre se habla y es uno de los temas más comentados sobre todo en los últimos años. En redes sociales, en tiendas y en los medios, se promueven numerosos productos que prometen cuidar el intestino o fortalecer el microbioma. Sin embargo, la Dra. Lin Chang, experta en gastroenterología de la Universidad de California en Los Ángeles, advierte que mantener una buena salud digestiva no depende de suplementos costosos, sino de hábitos alimenticios y de vida sostenibles.

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La base de una buena salud digestiva

La salud digestiva está determinada por el equilibrio de bacterias en el intestino y la cantidad adecuada de fibra en la dieta. Este balance favorece una correcta digestión, el aprovechamiento de los nutrientes y la regulación del sistema inmunitario. Según la doctora Lin Chang, los factores que más afectan la salud intestinal incluyen la alimentación, el manejo del estrés, los antecedentes familiares y los hábitos de descanso.

El aparato digestivo es un sistema complejo que abarca cerca de nueve metros de longitud y tiene la función de descomponer los alimentos, absorber nutrientes y eliminar los desechos. Su correcto funcionamiento es esencial para prevenir enfermedades gastrointestinales como el síndrome del intestino irritable o el reflujo gastroesofágico, que afectan a millones de personas en el mundo.

¿Cuáles son esos cambios simples que favorecen el equilibrio intestinal?

Algunos ajustes en la dieta diaria pueden contribuir significativamente a mejorar la salud digestiva y la salud intestinal:

  • Sustituir fritos por cereales integrales: cambiar las papas fritas por palomitas de maíz ofrece más fibra y menos grasas procesadas.
  • Reemplazar los dulces por fruta deshidratada: los dátiles o las pasas aportan fibra y azúcares naturales sin los aditivos presentes en los dulces industriales.
  • Agregar legumbres: incorporar lentejas o garbanzos a preparaciones como la boloñesa ayuda a alimentar las bacterias intestinales beneficiosas.
  • Elegir frutos secos naturales: evitar los que contienen sal o azúcar añadida contribuye a mantener una microbiota estable.
  • Preferir alimentos fermentados: productos como el kéfir o el chucrut contienen microorganismos vivos que pueden favorecer la salud intestinal.

Los especialistas sugieren que una dieta variada y rica en frutas, verduras y granos integrales sigue siendo la estrategia más efectiva para cuidar la salud digestiva, más allá de los suplementos comerciales o de las modas nutricionales.

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Hábitos cotidianos que influyen en la salud intestinal

Además de la alimentación, otros comportamientos influyen directamente en el equilibrio del sistema gastrointestinal. Entre ellos están:

  • Comer despacio y masticar bien los alimentos.
  • Consumir porciones moderadas y evitar comer tarde en la noche.
  • Mantenerse hidratado durante el día.
  • Realizar actividad física de forma regular.
  • Establecer horarios de comida constantes.

Estos hábitos favorecen la digestión y ayudan a prevenir trastornos como la acidez, la hinchazón y el estreñimiento, que son señales frecuentes de una alteración en la salud intestinal.

Factores que pueden afectar la microbiota

La investigación científica ha mostrado que los aditivos alimentarios, especialmente los emulsionantes presentes en productos ultraprocesados, pueden alterar la microbiota y promover enfermedades inflamatorias. De acuerdo con estudios de la Universidad Estatal de Georgia, reducir el consumo de estos productos y optar por una alimentación equilibrada puede ser determinante para preservar la salud digestiva.

También se ha identificado que el estrés y la falta de sueño afectan negativamente la composición de las bacterias intestinales. Las personas sometidas a altos niveles de presión emocional o con rutinas de descanso irregulares presentan mayor riesgo de desarrollar trastornos digestivos. Dormir entre siete y ocho horas diarias y manejar adecuadamente el estrés puede mejorar la salud intestinal y general.

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Cuidados desde la infancia

Fomentar hábitos saludables desde temprana edad es clave para mantener la salud digestiva a largo plazo. Algunas recomendaciones son:

  • Asegurar un consumo suficiente de fibra en niños mediante frutas, cereales y verduras.
  • Evitar los alimentos procesados y las bebidas endulzadas artificialmente.
  • Usar antibióticos solo bajo prescripción médica, para no alterar la flora intestinal.

Estas medidas ayudan a fortalecer el sistema inmunitario y a prevenir el estreñimiento, un problema común en la infancia.

Un equilibrio que requiere empeño

Aunque la salud digestiva depende de muchos factores, existe una coincidencia y es que una dieta rica en fibra, baja en procesados y acompañada de hábitos regulares es la vía más segura para mantener el intestino en equilibrio.

La salud intestinal es reflejo directo del estilo de vida y mejorarla no exige fórmulas complejas, sino constancia en las decisiones diarias que favorezcan el bienestar del sistema digestivo.

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